¿Estás preocupado/a por que sospechas que tu hijo/a puede tener TDAH? ¿La hiperactividad de tu hijo afecta a la armonía familiar?
A menudo las señales de alarma aparecen cuando el niño/a comienza la escuela y los maestros les comunican a los padres que su hijo/a no rinde lo que debería, que molesta a sus compañeros de clase o que no presta atención a las lecciones.
El comportamiento del niño en casa puede no ser muy diferente. A menudo tiene las típicas rabietas, quizás un poco de hiperactividad, problemas de concentración, se detiene a mitad de alguna tarea y/o se distrae. En ese momento, se puede llegar a sospechar que el niño o niña padece un trastorno por déficit de atención.
Se estima que el 6,8% de los niños en España sufre el trastorno por déficit de atención con hiperactividad, y que afecta al 8-12% de los niños de todo el mundo. Los niños son más propensos a tener este trastorno en una proporción de 2:1, pero las niñas son más propensas a mostrar signos de falta de atención. Un alto porcentaje de niños con hiperactividad infantil, entre el 50% y el 80%, siguen cumpliendo los criterios diagnósticos e indicando síntomas de la adolescencia e incluso hiperactividad del adulto.
¿Qué es el TDAH?
Este trastorno se caracteriza por una falta de atención persistente, hiperactividad, impulsividad o inquietud que afecta la vida diaria del niño. La intensidad de los síntomas generalmente varía de leve a moderada a severa. Además, existen 3 subtipos del TDHA dado que no siempre se manifiestan los mismos síntomas/problemas:
- TDAH impulsivo-hiperactivo
- TDAH déficit de atención
- TDAH todo combinado
¿Cómo se siente una persona con TDAH?
Cuando son niños, muchas veces se sienten apartados, diferentes, confusos y frustrados. Para ellos es complicado esta etapa, sobre todo cuando en su entorno no hay mucha gente que le apoye y entienda. Muchas veces se los trata de revoltosos y ya está.
La vida escolar para la gente con TDAH muchas veces se puede convertir en un infierno para ellos.
Lo más importante que hemos de tener en cuenta al tratar con alguien con TDAH es que tiene que ver nuestro apoyo. Esa persona tiene que sentirse aceptada, sentir que encaja allá donde esté.
Las personas con TDAH no son diferentes, no son anormales, no las hagamos sentir como tal.
Causas del TDAH
El TDAH no está determinado por una única causa. En diversas investigaciones han descubierto que el consumo de sustancias tóxicas durante el embarazo y el bajo peso al nacer pueden actuar como desencadenantes del TDAH. Además, se considera que los niños que tienen antecedentes genéticos del trastorno poseen 20 veces más probabilidades de desarrollarlo. Los estudios muestran que los niños que tienen padres y tíos que padecen el trastorno, tienen un riesgo mayor de sufrirlo.
Asimismo, cuando un niño tiene TDAH, existe un 15% de probabilidades de que sus hermanos sanguíneos también padezcan este trastorno y un 25% de que sus padres lo tengan.
Las consecuencias de ser un niño hiperactivo
- Bajo rendimiento escolar. El TDAH se ha relacionado con un bajo rendimiento escolar. De hecho, los niños/as que sufren este trastorno tienen problemas en el colegio debido a su constante inatención e hiperactividad. La mayor parte de los niños que padecen TDAH obtienen bajas calificaciones en los exámenes y en los test de inteligencia, aunque no se trata de un problema intelectual, sino de que le prestan poca atención a los detalles y responden de forma compulsiva.
- Problemas en las relaciones interpersonales. Los niños/as con Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad, suelen tener dificultades con sus compañeros o amigos. Les cuesta seguir las normas o las reglas de los juegos y las actividades. Además, muchos de estos niños no cuentan con buenas habilidades sociales y no se relacionan de forma correcta con los demás.
- Trastornos emocionales. El hecho de que estos niños y niñas saquen bajas calificaciones en el colegio y de ser rechazados por sus compañeros/as les suele afectar profundamente en su autoestima. Si a todo esto sumamos que los profesores y los padres no siempre saben manejar esta situación y les colocan etiquetas negativas, podemos comprender por qué estos niños/as tienen mayores probabilidades de tener una autoestima baja y mostrar una tendencia a la depresión.
Muchos estudios han encontrado que estos niños y niñas tienen un riesgo mayor de desarrollar trastornos de conducta en la adolescencia, como el trastorno antisocial y el trastorno por abuso de sustancias.
Principales síntomas del TDAH
- Dificultades en la inhibición de la conducta (IMPULSIVIDAD).
- CONDUCTA MOTORA (hiperactividad).
- ATENCIÓN (atención sostenida, atención selectiva y en la atención dividida)
Este es un trastorno crónico que seguirá apareciendo a lo largo de la vida del estudiante. Los niños con TDAH pueden mejorar pero no ser curables.
Para la mejora es importante diagnosticar e intervenir cuanto antes.
La intervención es más efectiva en los cursos 2º y 3º de Primaria, que en los de 4º y 5º de Primaria (Orjales, 1991)
Los niños pequeños a menudo fallan. Los adultos mayores a menudo se dan por vencidos.
Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad
Subtipos:
- Inatento: sólo déficit de atención.
- Hiperactivo-impulsivo.
- Combinado: presenta características de los dos anteriores.
Síntomas Subtipo inatento
- No presta atención a los detalles y comete errores por falta de esfuerzo.
- Les resulta difícil mantener un ojo en el trabajo y las actividades lúdicas.
- Parece que no escuchan cuando se les habla.
- Dificultad para seguir instrucciones, dejar la tarea incompleta e incapaz de cumplir con las responsabilidades en la escuela o en el trabajo.
- Le resulta difícil organizar su trabajo y sus actividades.
- Odia hacer algo que requiere un esfuerzo mental constante, evitándolo y rechazándolo.
- Pierde lo que necesitas para tu trabajo o actividad.
- Se distrae fácilmente con estímulos externos.
- Se olvida de sus actividades diarias.
Síntomas Subtipo predominantemente hiperactivo impulsivo.
- Mueve los brazos o las piernas de forma nerviosa, o se retuerce en la silla.
- Se pone de pie en clase o en otras situaciones en las que debe permanecer sentado.
- Correr en vano o intentar trepar por cualquier lugar cuando no sea apropiado.
- Tener problemas para jugar o participar en juegos tranquilos.
- Siempre va “a tope» como si tuviera motor.
- Habla demasiado
- Se apresura y responde antes de terminar la pregunta.
- Interrumpe a un colega.
- Tiene dificultad para esperar su turno.
Criterios:
Para ser considerado de un subtipo u otro debe cumplir ciertos requisitos o criterios que harán evidente la presencia de tal subtipo en el niño:
- TDAH subtipo inatento: 6 síntomas de inatención y menos de 6 síntomas de hiperactividad-impulsividad.
- Impulsividad con hiperactividad: 6 síntomas Impulsividad con hiperactividad.
- TDAH combinado: 6 síntomas cada uno.
Algunos síntomas preocupantes aparecen antes de los 12 años. Algunos trastornos ocurren en dos o más lugares, por ejemplo, en el hogar y en la escuela. Existe evidencia sólida de que los síntomas interfieren o reducen la calidad del funcionamiento social, académico u ocupacional.
Diagnóstico TDAH
El diagnóstico es clínico.
- Entrevista y pase de cuestionarios a los padres y profesores.
- Entrevista con el niño.
- Pruebas complementarias para descartar otros problemas:
- Electroencefalograma (epilepsia, tumores, lesiones cerebrales, problemas del sueño).
- Tests de inteligencia.
- Pruebas de lectura y escritura
- Pruebas de ansiedad, depresión…
Las pruebas sirven principalmente para descartar otras causas de hiperactividad e inatención diferentes al TDAH y para ayudar al diagnóstico.
Intervención en TDAH:
- Fármacos:
- Reducen los síntomas nucleares del trastorno (déficit de atención, hiperactividad e impulsividad)
- Tratamiento cognitivo-conductual:
- Reducen de la dosis del fármaco
- Aumentan el grado de satisfacción de padres y profesores
- Mejoran las habilidades sociales del niño
Pautas generales para facilitar el aprendizaje:
- Retirar la atención ante conductas inadecuadas cuando éstas se produzcan con mucha frecuencia y reforzar (con atención) las contrarias.
- Plantear las normas de clase para todos, no solo para el niño con TDAH.
- Tratar de evitar situaciones en que el niño/adolescente no se puede controlar.
- No cambiar todas las conductas al mismo tiempo.
- Empezar por las menos difíciles.
- Programar un sistema de registro en el que el niño pueda comprobar su mejora.
- Reforzar aproximaciones de la conducta que se quiere mejorar.
- Evitar la competición de unos niños con otros.
IMPORTANTE: ATENDER Y REFORZAR EL ESFUERZO
- Los mejores resultados derivan de la combinación de varias estrategias (refuerzos y castigos).
- Los premios, castigos y feedback deben darse rápida e inmediatamente
Ser consistentes en la aplicación de normas:
1.- Consistente en el tiempo
2.- Reacciona de la misma manera en diferentes lugares y ambientes con el comportamiento del niño.
3.- Maestros y padres deben controlar el comportamiento de los niños y niñas lo más de cerca que les sea posible
Terapia psicológica.
La psicoterapia tiene como objetivo equilibrar los aspectos conductuales, emocionales y sociales que están en la raíz del trastorno.
Para ello, aplicamos una serie de técnicas para eliminar conductas disruptivas, establecer límites y desarrollar hábitos productivos en los niños.
Si es necesario, también se recurre al entrenamiento en habilidades sociales, para enseñarle a resolver conflictos de manera asertiva.
Además, se pueden aplicar diferentes técnicas de relajación que le ayuden a controlar la ansiedad y la hiperactividad, así como técnicas para estimular el autocontrol, mejorar la atención y disminuir las respuestas impulsivas del niño/a.
Planificación estratégica para hacer frente a situaciones problemáticas: Se aconseja a los adultos que sean capaces de anticipar comportamientos disruptivos en los niños y planificar con antelación cómo afrontarlos.
Existen numerosas bibliografías de investigación, artículos y estudios relacionados con el tratamiento de neurofeedback aplicado al TDAH, que concluyen que es un tratamiento eficaz y específico para el TDAH, la inatención, la impulsividad y la hiperactividad.
Para que el tratamiento sea efectivo, primero se debe hacer un diagnóstico preciso. Por lo tanto, la mayoría de los estudios han destacado el valor esencial de un diagnóstico preciso.