La adicción al juego online se está extendiendo principalmente en los más jóvenes. Cada vez es más fácil el acceso a las apuestas deportivas y juegos de azar (ruleta, póker, principalmente) a través de el móvil y el ordenador, a las que pueden acceder las 24h del día realizando apuestas de poco dinero, lleva a adolescentes y jóvenes a creer que el riesgo es mínimo.
Esta situación se agrava aún más durante el tiempo de cuarentena, dado que al pasar más tiempo en casa, las apuestas deportivas y juegos de azar tienen más jugadores en línea.
El anonimato que les da internet y la inmediatez de los resultados son dos de los motivos que les incitan a “probar suerte” en las apuestas y en este tipo de juegos. De hecho, comienzan a jugar en estas webs desde su propia casa o en grupos de amigos y apuestan a todo tipo de variables: quién marcará primero, cuántos goles marcará cada equipo, etc… Aunque ganen alguna vez, las pérdidas siempre superarán a las ganancias y las pérdidas llegarán… es entonces cuando intentarán recuperar lo perdido, lo que les llevará a pedir y en ocasiones robar dinero a familiares o amigos. Por lo tanto, lo que antes era apostar o jugar por curiosidad, entretenimiento o diversión se ha convertido en una necesidad, una adicción por lo que familias, educadores y profesionales socio-sanitarios tenemos la responsabilidad de proteger a nuestros jóvenes y educarlos en un mundo en el que el juego está y estará presente y transmitirles que con el juego nunca van a ganar.
¿Qué es la adicción al juego online?
La adicción al juego, ludopatía o juego patológico es una enfermedad o trastorno reconocido por la Organización Mundial de la Salud en el que se altera la conducta de “juego persistente y repetido”. Este trastorno puede aparecer con cualquier tipo de juegos de azar (máquinas tragamonedas, bingo, ruleta, póquer, apuestas deportivas, loterías, etc.).
Aunque la ludopatía sea una adicción sin sustancia, las personas que sufren ludopatía presentan los mismos rasgos que un adicto:
- Repetición de una conducta o acción que resulta placentera y aumento de su frecuencia para obtener los efectos deseados. Diferentes sustancias químicas, como la dopamina y las endorfinas, actúan como estimulantes y refuerzan las conductas patológicas.
- Pérdida de control de la persona derivada del fallo de los mecanismos cerebrales de inhibición de la conducta .
- Aparición del síndrome de abstinencia si se interrumpe el hábito.
Síntomas de la adicción al juego:
- Necesita jugar cada vez una mayor cantidad de dinero y con mayor frecuencia.
- Ha intentado varias veces controlar, reducir o abandonar el juego, sin éxito.
- Se siente nervioso/a o irritable cuando intenta reducir o abandonar el juego.
- A menudo tiene la mente ocupada en las apuestas o en las jugadas realizadas.
- Juega como forma de evadirse del malestar.
- Cuando pierde dinero, suele volver para intentar “recuperar las pérdidas”.
- Miente para ocultar su grado de implicación en el juego.
- Ha puesto en peligro o ha perdido una relación importante, sus estudios o un trabajo.
- Cuenta con los demás para que le solucionen las consecuencias del juego.
- Miente a su familia y amigos a causa del juego.
Cuando comienza el abuso del juego, los síntomas de depresión, ansiedad, impulsividad, agresión, aislamiento y, en situaciones de peligro, pueden aparecer como suicidas.
Las personas que están pasando por momentos de angustia psíquica o que tienen problemas personales y sociales representan un grupo de alto riesgo para desarrollar la ludopatía. El juego puede considerarse un escape de la realidad y eventualmente se convierte en un hábito patológico necesario.
Tipos de adicción al juego:
La adicción al tiempo online y los tipos de ludopatía se determinan en función de la forma de juego:
- Máquinas tragaperras: Su componente adictivo se basa en reforzar la conducta a través de premios. El individuo introduce una moneda y la máquina le premia esa conducta; aunque en la mayoría de ocasiones no se obtiene ninguna recompensa, siempre que la máquina otorgue algún premio reforzará la conducta de echar la moneda. También sigue otras estrategias visuales y auditivas, como la música reclamo.
- Juegos de azar: Aunque en este tipo de juegos (lotería, bingo, apuestas, etc.)
- Juegos de rol: El principal elemento adictivo de los juegos de rol es el escape de la realidad que proporcionan. Si bien es posible que no experimente los problemas económicos que tienen otros tipos de problemas de juego, también causa las mismas recesiones y problemas personales y sociales que otros tipos de juego.
Problemas relacionados con la adicción al juego:
→Económicos:
El juego puede verse como una forma de obtener “dinero fácil”, cuando éste problema va en aumento tiende a acaparar todos los recursos económicos del jugador y tiene que buscar dinero de otras fuentes como pedir prestado a amigos y/o familiares, gastar ahorros, abusar de tarjetas de crédito, etc.
→Psicológicos:
Cuando el juego empieza a ser abusivo pueden aparecer síntomas de depresión, ansiedad, impulsividad, agresividad, aislamiento y en situaciones graves incluso ideas de suicidio.
→Familiares:
El aislamiento, el gasto excesivo, las mentiras, los robos en casa (dinero u objetos para su venta), los comportamientos agresivos en casa y la falta de comunicación afectan al núcleo familiar dificultando la convivencia.
→Consumo de drogas:
El consumo de alcohol es habitual en el juego patológico y es un reclamo en los salones de juego. Puede aparecer el consumo de sustancias bien como forma de mantenerse activos para continuar jugando o bien por que el acceso a drogas ilegales se utiliza para obtener dinero con el que poder jugar.
→Académicos:
Cuando el juego o las consecuencias del mismo producen una preocupación permanente, suelen aparecer los problemas de concentración, baja el rendimiento en clase y aumenta el absentismo escolar.
→Legales:
La necesidad de obtener dinero para jugar puede llevar a cometer actos delictivos (robos, hurtos en casa, fraudes informáticos, menudeo de drogas), especialmente en los jóvenes sin ingresos.
→Sociales:
A medida que se agrava la conducta de juego, se empobrecen las relaciones sociales, pierden interés por otras actividades de ocio o intereses y evitan el contacto con sus amistades, hasta que el círculo social queda restringido a aquellas personas relacionadas con el juego.
→Físicos:
La tensión que provocan las deudas y el estrés continuado por ocultar su situación produce alteraciones físicas, como fatiga, insomnio, mareos, dolores de cabeza, alteraciones gastrointestinales, tensión o dolor muscular.
Ideas irracionales o “trampas mentales” que favorecen y mantienen la conducta de juego.
1- Ideas que le hacen creer que tiene control sobre el azar o la suerte:
- “Yo controlo y tengo un sistema para ganar”. Existe una ilusión de control que no es real.
- “Si juego por las mañanas tendré más suerte”, “hoy llevo la camisa de la suerte”. Supersticiones, pensamientos mágicos.
- “Hoy he tenido un mal día, hoy voy a tener suerte”. Creer que la suerte está influenciada por determinados acontecimientos o situaciones que son “señales de buena suerte” lo que no es real.
2- Ideas que le hacen creer que tiene experiencia o control sobre la mecánica del juego:
- “La máquina está caliente y está cerca el premio”. Creencia en la posibilidad de predecir los resultados en base a las observaciones, sin tener en cuenta que el azar no es predecible.
- “He jugado mucho en esta web sobre cómo se organizan las apuestas”. Creencia en la posibilidad de predecir en base a la experiencia o conocimiento que se tenga.
3- Ideas que le hacen malinterpretar los resultados:
- “Casi siempre gano”. La persona que juega solo recuerda las veces que ha ganado sin tener en cuenta el total de las cantidades perdidas.
- “He fallado porque el árbitro es malo”. Tendencia a atribuir los éxitos a factores internos y los fracasos a factores externos.
- “Hoy no es mi día”. Creencia de que las pérdidas se deben a la mala suerte y no al azar.
Medidas de prevención
- Intentar mantenernos actualizados en temas de tecnología y juegos: debemos conocer, observar y supervisar todo lo relacionado con estos temas: que intereses tienes, que webs visitan, qué aplicaciones utilizan. En resumen, estar informados de sus intereses y aficiones, de manera que podamos hablar y actuar si detectamos riesgos.
- Dar ejemplo desde la familia con un uso adecuado de los juegos de azar más tradicionales (loterías, cupones, etc).
- Fomentar la “cultura del esfuerzo” en contraposición a la “cultura del pelotazo”: recompensando no solo los buenos resultados, también la dedicación, el compromiso con la tarea, el tiempo y esfuerzo invertido en alcanzar los objetivos, los éxitos intermedios y transformando los fracasos en retos a superar.
- Ayudarles a gestionar el dinero: que comprendan el valor de las cosas que disfrutan, ayudarles a establecer prioridades, ahorrar y planificar gastos a corto-medio y largo plazo. Es importante que conozcan los productos financieros: los intereses, los plazos, las condiciones para que no les engañen con grandes ofertas de dinero fácil.
- Proponer e incluirlos en otras actividades de ocio que no incluyan pantallas. A menudo el móvil o el ordenador es la opción más fácil para el aburrimiento, en esto debemos ser creativos e investigar sus gustos: música, viajes, actividades al aire libre, deportes, exposiciones y trabajar la responsabilidad implicándose en las tareas de casa.
- Fomentar una actitud crítica ante el consumismo y la publicidad. En la adolescencia y juventud es el momento donde más aumenta la preocupación por la imagen y, en ocasiones, su autoestima puede estar más basada en si tienen más o menos cosas (ropa, tecnología, etc). Es necesario hacerles conscientes de los engaños e intereses que hay detrás de la publicidad, que cada vez es más agresiva y dirigida especialmente a la población joven.
- Favorecer el desarrollo y la maduración personal, como principal factor de protección y medida preventiva.
Tratamiento psicológico:
Con la terapia psicológica, reforzamos las conductas positivas y suprimimos las conductas negativas del paciente. Establecemos un control externo con el apoyo familiar, ya que no existe un control interno, a la hora de restringir el dinero: evitar que el paciente con ludopatía vaya solo al banco, impedir que acuda al casino, etcétera. Además, el juego sustituye carencias, por lo que en terapia reforzamos ciertos factores, como las habilidades sociales o la autoestima, para darle al paciente ese pilar que le falta y que, de alguna manera, encuentra en el juego.
