Las personas con altas capacidades intelectuales, también denominados superdotados o talentosos, son aquellas que poseen habilidades cognitivas y potenciales superiores a la media. Estas personas pueden tener una mayor capacidad para aprender, comprender y aplicar conceptos complejos con mayor rapidez y profundidad que sus iguales.
Sin embargo, también es importante señalar que las altas capacidades van más allá de una simple aptitud académica. Estas pueden incluir habilidades creativas, musicales, artísticas, lógicas, intuitivas y más.
Es común que los niños con altas capacidades se aburran en clase, ya que su ritmo de aprendizaje es más acelerado y necesitan desafíos más intensos. Si no se les proporciona un entorno adecuado para su desarrollo, estos niños pueden perder su motivación y convertirse en alumnos poco participativos.
Por esta razón, es importante reconocer y apoyar a los niños con altas capacidades. Esto incluye la identificación temprana de sus habilidades y necesidades especiales, así como la provisión de un entorno educativo que satisfaga sus requisitos individuales. Esto puede incluir programas de enriquecimiento, aceleración, clases individualizadas o tutorías especializadas.
Además, es importante que los padres y educadores de estos niños fomenten su desarrollo emocional y social, ayudándoles a desarrollar habilidades como la empatía, la autoconsciencia y la habilidad para trabajar en equipo. También es crucial brindarles oportunidades para explorar y desarrollar sus habilidades y intereses individuales, ya que esto contribuirá a su crecimiento personal y a su bienestar emocional a largo plazo.
En resumen, las personas con altas capacidades son individuos con un gran potencial y talento, pero también enfrentan desafíos y dificultades específicas. Es importante fomentar un ambiente que permita a estas personas desarrollar todo su potencial y habilidades únicas, y brindarles el apoyo adecuado para superar cualquier desafío o dificultad que puedan enfrentar. Con el apoyo adecuado, estas personas pueden alcanzar un gran éxito y contribuir de manera significativa a la sociedad.
¿Qué significa tener altas capacidades?
Hace referencia a las capacidades intelectuales que algunas personas poseen y son de carácter innato. Estas capacidades potencian otras características propias de la particularidad y disparidad humana.
Cuando hablamos de “altas capacidades”, también nos referimos a cuando un niño destaca de forma sobresaliente en determinadas áreas. Puesto que tienen un talento un tanto especial y destacan por tener un nivel de comprensión verbal elevado, un razonamiento visoespacial por encima de la media, entre otras.
En la actualidad, el concepto de alta capacidad ha evolucionado desde sus primeros estudios que lo relacionaban exclusivamente con un alto desempeño académico. Más tarde a un elevado Cociente Intelectual (CI), hasta nuestros días, cuando se define como un potencial a desarrollar.
Además, la Teoría de las Inteligencias Múltiples de Gardner supuso otro avance en la concepción de las altas capacidades al definir a una persona con alta capacidad como aquella que, tras haber sido evaluada por un experto en diversas habilidades, muestra percentiles elevados (por encima del 75) en todas ellas.
En España, según el modelo de Castelló y Batlle, se considera que un alumno tiene alta capacidad cuando presenta una capacidad intelectual que se sitúa por encima del percentil 75 en todas las áreas evaluadas, tanto en habilidades convergentes como divergentes. Estas áreas incluyen diversas aptitudes intelectuales, tales como razonamiento verbal, razonamiento lógico, memoria, creatividad y razonamiento fluido.
¿Cuáles son las características de una persona con altas capacidades?
De forma general, los principales rasgos se dividen en dos grandes grupos; los rasgos cognitivos y los rasgos sociales y emocionales.
Respecto a los rasgos cognitivos, las personas con altas capacidades intelectuales destacan por ser muy observadoras, extremadamente curiosas y con intensos intereses. Además, tienen una gran capacidad de atención y memoria y excelentes habilidades de razonamiento. Cabe destacar su pensamiento fluido, flexible y elaborado.
Las personas con altas capacidades suelen ser muy creativas y originales en su pensamiento. Tienden a pensar fuera de lo convencional y a encontrar soluciones innovadoras a los problemas.
Suelen ser muy persistentes y dedicadas en su trabajo o en la consecución de sus objetivos. Pueden perseverar incluso cuando se enfrentan a obstáculos y desafíos.
Respecto al aprendizaje, destaca su rapidez por aprender las cosas y realizando pocas repeticiones, puesto que utilizan su memoria visual y su imaginación.
En cuanto a sus rasgos sociales y emocionales, son altamente sensibles y perfeccionistas. También, tienen un sentido del humor bien desarrollado y muestran preocupación por la equidad y la justicia.
Las personas con altas capacidades pueden ser muy autoexigentes consigo mismas, y pueden tener altas expectativas de su propio rendimiento.
En general, las personas que poseen altas capacidades suelen debatir todas las órdenes impuestas, como por ejemplo, el hecho de acostarse o lavarse los dientes. Por otro lado, pueden sufrir dolencias psicosomáticas.
Pueden ser muy independientes y autónomas en su trabajo y en su vida cotidiana. Les gusta tomar decisiones por sí mismos y a menudo tienen una gran confianza en sus habilidades y conocimientos.
Las personas con altas capacidades pueden ser más sensibles a las emociones y necesidades de los demás. También pueden ser más sensibles a los estímulos externos, como el ruido o la luz.
Sienten las cosas con mucha más intensidad que una persona normotípica y perciben intenciones que otras personas no ven. Puesto que tienen una percepción sensorial elevada. Su desarrollo neurológico, destaca su precisión y atención en los detalles.
Respecto a las características de personalidad que tiene el sujeto cabe destacar: el interés en cuestiones morales. Como modelo de conducta y como criterio para poder valorar “el bien y el mal” de las acciones.
Sin embargo, también pueden enfrentarse a desafíos y dificultades, como la falta de comprensión y apoyo por parte de su entorno, la falta de estímulos adecuados en su entorno educativo, la presión por parte de la sociedad para que se adapten a las normas y expectativas convencionales y el riesgo de sentirse aislados o diferentes.
Es importante tener en cuenta que cada persona superdotada es única y que su capacidad intelectual no define su personalidad o su potencial. Es necesario apoyar y fomentar el desarrollo de sus habilidades y talentos únicos, y proporcionar un ambiente que les permita florecer y desarrollarse plenamente.
¿Cómo detectar las altas capacidades en niños?
El término altas capacidades intelectuales en realidad es un concepto muy amplio que incluye desde el talento hasta la precocidad intelectual y la superdotación. Pero es importante establecer las diferencias entre unos y otros.
La precocidad, se trata de que los niños han aprendido antes que la media en alguna habilidad especial. Un ejemplo son los pequeños que empiezan a hablar a una edad temprana.
El talento suele ser una habilidad especial en un área específica que si se trabaja puede llegar a desarrollar un gran éxito. En cuanto a la superdotación, nos referimos a la capacidad excepcional en un área. Por tanto, un niño superdotado significa que sobresaldrá en un campo mostrando un talento especial muy por encima de la media.
Para detectarlos nos podemos fijar en algunos aspectos. Por ejemplo, los bebés muy demandantes, de pequeños demandan atención por parte de los progenitores en comparación con otros niños de la misma edad.
Además, tienen fuertes reacciones emocionales, puesto que se sobreestimulan con facilidad, tanto emocionalmente como sensorialmente. También, se cuestionan la autoridad, son niños muy críticos con las normas establecidas.
Se suelen plantear preguntas existenciales de forma temprana. Además, se suelen distraer, nos da la sensación de que cuando les hablamos no nos escuchan. Aprenden de forma autodidacta sin haber recibido una estimulación cognitiva previa, mostrando un gran conocimiento y dominio en una determinada área.
¿Cómo detectar las altas capacidades en adultos?
Los adultos con altas capacidades tienen ciertas características para poder identificarlos.
Pueden ocupar puestos laborales con una buena posición, pero siempre tienen algo que falla o algo que no les cuadra en su vida para poder alcanzar sus objetivos y sus metas propuestas. Son personas muy exigentes que chocan con una realidad nada estimulante para ellos. Esto hace que tengan problemas con sus compañeros de trabajo o con sus superiores.
Los adultos refieren que siguen viviendo su etapa escolar, puesto que los critican como adultos hiperactivos, raros e inconformistas. Por ello, cuentan con un largo historial de decepciones en su vida personal y laboral.
Es común que se esfuercen en esconder el sufrimiento que padecen y llega un punto que se sienten frustrados con la realidad porque sienten que no encajan en la sociedad. Son perfiles con una elevada sensibilidad, y les suele afectar todo de una forma muy intensa.
Además, son personas que tienen empatía y perciben con facilidad las emociones ajenas y logran ponerse en el lugar del otro.
Si nos centramos en el modelo sobre los rasgos de personalidad más conocidos como los cinco grandes de Goldberg. Los rasgos son: neuroticismo, apertura, extraversión, responsabilidad y afabilidad. Podemos encontrar cierta tendencia en las personas con sobredotación intelectual.
Los adultos con altas capacidades suelen puntuar niveles altos en neuroticismo, es decir, tienen una emocionalidad elevada. Además, tienen una elevada apertura a la novedad, principalmente en ideas, pero a menudo también en fantasía, sentimientos y valores.
También tienen bajos niveles de gregarismo, un componente de la extraversión que señala que disfrutan estar en soledad y que no buscan demasiado los estímulos sociales.
Estas conclusiones nos permiten entender que las personas con altas capacidades afrontan su vida de manera compleja para poder adaptarse a la realidad.