La psicomotricidad en los primeros años de vida
En los primeros años de vida, especialmente en los recién nacidos, se producen toda una serie de rápidos cambios en el bebé. No solo en cuanto al crecimiento físico que experimenta. También experimenta una maduración del cerebro que le va permitiendo la adquisición de habilidades cada vez más complejas, como la psicomotricidad. Así, algunos de los cambios más destacables son:
- Cambios en la maduración del cerebro: Principalmente en el peso y tamaño del cerebro y en la maduración de los nervios, medula espinal y desarrollo de funciones como emociones, memoria…
- El cambio en talla y peso del bebé, pasando de una media de 3kg – 50cm al momento de nacer a unos 12/14kg – 80/90cm a los dos años.
- Cambios en los patrones del sueño y vigilia, de unos patrones mas desordenados los primeros meses de vida a la normalización del ritmo día-noche.
- Cambios en la percepción del entorno: En este apartado se encuentra sobre todo la maduración en el niño. Especialmente en los primeros 3 meses, de los sentidos. El recién nacido nace con los cinco sentidos ya existentes, pero necesita de una maduración tanto en el sentido mismo (por ejemplo al nacer la vista es poco clara y va mejorando con el tiempo) como en la organización de la información que recibe de los sentidos, entender qué siente y qué utilidad tiene.
Hay que tener en cuenta que estos cambios que el niño va experimentando dependen en parte del entorno en el que el niño crece, y el papel de los padres o cuidadores es fundamental para el correcto desarrollo de muchas de las habilidades que va adquiriendo. Entre las que queremos destacar el desarrollo psicomotor del niño.
El desarrollo psicomotor
La psicomotricidad se define como la técnica o capacidad de relación entre la mente del niño, su cerebro, y sus movimientos, el nexo de unión entre que el niño piense o quiera hacer un movimiento y realizarlo. Dentro de la psicomotricidad se enumeran distintas capacidades, entre las que destacamos precisamente la motricidad del niño.
La psicomotricidad se diferencia en la motricidad gruesa y la motricidad fina. La psicomotricidad gruesa hace referencia a los movimientos generales que implican a todo el cuerpo (como correr, andar, saltar, etc.). Es la base para que el niño desarrolle otras destrezas. Este tipo de psicomotricidad es fundamental en la relación del niño con su entorno a través de la exploración o el juego. En cambio, la psicomotricidad fina es el control y coordinación de movimientos que requieren de mayor precisión y habilidad. Se centran en partes concretas del cuerpo (como pintar, recortar, escribir, coger objetos pequeños, etc.). Son movimientos más complejos especialmente relacionados con el movimiento de brazos, manos y dedos o con la puntería y la coordinación ojo-mano, por lo que requieren una mayor madurez del cerebro.
Así, los bebes de entre 0 y 2 años van adquiriendo paulatinamente la motricidad gruesa y la motricidad fina, poco a poco y progresivamente. Pudiendo hacer la siguiente secuencia de adquisición a groso modo:
2 – 6 meses | 6 – 12 meses | 12 meses – 2 años |
– El niño mantiene la cabeza erguida cuando le cogen. – Se apoya en los antebrazos y levanta la cabeza cuando esta tumbado boca abajo. – Tumbado gira de estar de lado a boca arriba. – Se mantiene sentado sin apoyo. – Coge un objeto con toda la mano. – Pasa un objeto de una mano a otra. | – Es capaz de mantenerse sentado sin apoyo. – Al coger un objeto empieza a oponer el pulgar al resto de dedos. – Gatea. – Empieza a poder mantenerse de pie apoyándose en algo. – Se sienta sin ayuda. – Empieza a ponerse de pie y a caminar cogido de la mano. – Uso de la prensión con el indicie y pulgar. – Se mantiene de pie y camina por sí solo. | – Apila objetos uno sobre otro. – Garabatea. – Camina hacia atrás. – Sube escaleras apoyado en algo o con ayuda. – Salta en el sitio. |
Promover el desarrollo psicomotor de los niños
Como decíamos antes, en el desarrollo de la psicomotricidad del niño es fundamental no solo que el niño explore, se mueva e interactúe con lo que hay a su alrededor. También es fundamental y muy beneficioso que los padres se involucren y estimulen al niño en este desarrollo. A través de juegos, actividades o el uso de juguetes. El que los niños resuelvan estas actividades y juegos junto con los padres fomenta la interacción del niño con su entorno. Apoyándose en la valoración que hacen los padres de ese mismo entorno. El niño necesita de los padres como punto de referencia y como ejemplo para descubrir qué es bueno y qué hay que evitar. Esto es fundamental para que el niño pueda aprender a desarrollarse en un entorno seguro a nivel físico, cognitivo y afectivo, desarrollando no solo sus capacidades motoras sino también configurando una autoestima adecuada.
De cara al uso de estas actividades y juguetes que te vamos a proponer, hay que tener en cuenta la edad y la etapa de desarrollo del niño. Además por supuesto de sus preferencias. Así, a fin de que tengas una pequeña guía de qué actividades puedes realizar o qué tipo de juguetes comprarle a tu hijo para aprovechar al máximo sus capacidades y fomentar un desarrollo adecuado y beneficioso. Te proponemos los siguientes juegos, actividades y juguetes:
De 0 a 6 meses
En esta etapa lo fundamental es la estimulación del bebé a través de los sentidos. Lo que fomentará su desarrollo y el desarrollo de la percepción de su propio cuerpo. La cercanía contigo y todo un mundo nuevo de sensaciones nuevas como colores, texturas, sonidos, etc. En este sentido las actividades que puedes realizar son muchísimas, aquí te dejamos algunas ideas:
– Caricias y cosquillas: Fomenta la sensación del tacto en su piel, en su cara y en otras zonas sensibles como sus manos, sus pies, su barriga o su espalda. Esto le resultará agradable y aumentará el movimiento y la respuesta del niño a estos estímulos. Además de ayudarle a explorar y conocer su propio cuerpo.
– Coge al bebé en brazos: esto estimula los músculos de su cuello y le ayuda a aguantar su cabeza.
– Háblale: Muchos estudios han demostrado que el sonido que los bebes prefieren es el de la voz humana. Especialmente el de los padres, a los que reconocen precisamente por la voz. También puedes estimularle con sonidos suaves y rítmicos que no le asusten.
– Juega con objetos de distintos tamaños, texturas y formas: Pónselos en las manos para que los exploren o simplemente haz una ligera presión con ellos en su cuerpo. Para que noten las texturas. También puedes colocarlo en una superficie como una alfombra o una sabana que le haga experimentar diversas texturas con todo el cuerpo.
– Usa estímulos visuales: juguetes de colores, tu mano, una pequeña luz… a estas edades casi cualquier cosa será de interés y le hará querer alcanzarlo. Lo que estimula su coordinación mano-ojo.
– Actividades con agua: en la bañera o en un día de calor deja que el niño chapotee, salpique y experimente.
Como veis aquí las oportunidades son muchas, casi cualquier cosa es nueva para el bebé, y en estas edades recomendamos el uso de juguetes como sonajeros, mordedores, muñecos de trapo o de goma y alfombras de actividades.
De 7 a 12 meses
En esta etapa el niño ya es capaz de moverse más o menos libremente, ya sea arrastrándose, gateando o incluso comenzando a andar, por lo que nos centraremos en actividades ligadas sobre todo al movimiento, a los sonidos y a la psicomotricidad fina.
– Buscar objetos: Esconde un objeto o juguete que le guste debajo de una manta o detrás de otro objeto dejando parte a la vista del niño, se le pide al niño que busque el objeto o juguete, esto ayuda a desarrollar su coordinación y su comprensión de la permanencia de los objetos.
– Apilar objetos: Para este juego basta con tener juguetes de formas como cubos o objetos tipo vasos de plástico que le ayuda a desarrollar entre otras cosas la motricidad fina.
– Juega con marionetas para captar su atención y que desarrolle su imaginación.
– Jugar con puzles de colores adaptados a su edad.
– Lectura de libros adaptados a su edad: Siéntate con él y leed un libro con dibujos regularmente, esto mejorará su adquisición del lenguaje y de concentración.
– Mete juguetes pequeños o pelotas en una botella y enséñale a sacarlas o que experimente intentando meter la mano, agitando, etc. Y puedes ir complicándoselo conforme va resolviéndolo.
Para estas edades podemos usar juguetes como pelotas, muñecos de trapo, juguetes con sonidos, apilables, puzzles o libros con sonidos.
De 12 a 24 meses
A estas edades el niño ya comienza o sabe andar y empieza el desarrollo del lenguaje, diciendo sus primeras palabras, la etapa del «no», sus primeras rabietas, etc. También es una época especialmente buena para trabajar todo lo que es la psicomotricidad, gruesa y fina. Las mayores capacidades del niño abren casi infinitas posibilidades de desarrollo y estimulo en el niño, pero os dejamos algunas ideas de actividades o juguetes que podéis usar:
– Juega al escondite: Una vez empieza a andar solo puedes jugar a esconderte estando siempre más o menos a la vista del niño y que vaya a buscarte.
– Hacer manualidades: en esta etapa el niño ya empezará a garabatear y dibujar, a manejar plastilina, etc. Todo esto le ayudara en el desarrollo de su motricidad fina (coger pinceles o pinturas, hacer bolitas de plastilina…), especialmente en las manos.
– Juegos de imitación: A partir de los 15-16 meses veréis como el niño empieza a imitar a los padres, esto es una gran fuente de desarrollo si se maneja de manera adecuada, jugando por ejemplo a cocinitas, ayudando en las tareas de la casa, ordenando papeles, dibujando al lado de ti mientras escribes o trabajas con el ordenador, jugar con peluches a darles de comer como lo haces con él… todas estas cosas serán un juego que además de ayudarte a compartir el tiempo con tu hijo le fomentará la psicomotricidad.
– Música: A estas edades ya puedes jugar con ellos a cantar, bailar, usar instrumentos musicales como maracas o tambores que requieran de práctica y habilidad tanto para manejarlos como para aprender ritmos, memorizar canciones, etc.
En cuanto a los juguetes que podéis usar en esta etapa, además de todo lo anterior (pelotas, bloques, puzles, libros ilustrados…) adaptados a su edad, podéis hacer uso de balancines o andadores en la etapa de afianzar el caminar, juguetes con ruedas como coches, cochecitos de muñecas, etc. Muñecos y peluches que con los que comunicarse y aprender a imitar, juguetes musicales, pinturas y plastilina y juguetes específicos para desarrollar su psicomotricidad fina como estos: