El duelo es un conjunto de reacciones tanto emocionales como comportamentales que preceden y siguen a la pérdida de un ser querido.
En el proceso de duelo se distinguen los aspectos psicológicos y emocionales de tristeza, pesar o dolor emocional que acompañan al duelo y los comportamientos manifestados como respuesta a la pérdida, que conjuntamente constituyen la situación de pérdida o duelo.
Tipos de duelos:
- Duelos afectivos: por ejemplo, la pérdida de un ser amado por ruptura sentimental.
- Duelos sociales: pérdida de un objeto o status emocionalmente importante.
- Pérdida de un objeto de amor fantaseado: aborto, nacimiento de un niño con discapacidad, menopausia, enfermedades.
- Duelos evolutivos: infancia, pubertad, adolescencia, emancipación.
Tipos de pérdidas:
- Esperadas: fallecimiento por vejez, enfermos fallecidos tras largas y penosas Convalecencias duelo anticipado.
- Repentinas: son duelos complicados de más difícil elaboración, los estados de shock y negación son más duraderos. Ejemplo: accidentes, coronavirus, suicidio…
Duelo complicado:
El proceso de duelo, por lo general, suele durar entre 1- 2 años. Sin embargo en ciertos casos puede darse un trastorno por duelo complicado persistente (duelo patológico).
Malestar reactivo a la muerte
- En los niños, la capacidad para comprender el significado y la permanencia de la muerte puede afectar su capacidad para aceptar la muerte.
- Sentir incredulidad o embotamiento emocional tras la pérdida.
- Dificultades para recordar de forma positiva al fallecido.
- Sentir amargura o rabia después de la pérdida.
- Tener evaluaciones negativas sobre uno mismo en relación al fallecido o a su muerte, como la culpa.
- Evitar constantemente los recuerdos de la pérdida, como evitar personas, lugares o situaciones asociados con el fallecido. En el caso de los niños, esto puede incluir evitar pensamientos y sentimientos acerca del fallecido.
Alteración social/de la identidad
- Sentir el deseo de morir para poder estar con el fallecido.
- Tener dificultades para confiar en otras personas después del fallecimiento.
- Sentir soledad o desconexión de los demás tras la muerte del ser querido.
- Sentir que la vida carece de sentido o está vacía sin el fallecido, o creer que no se puede funcionar sin él/ella.
- Sentir confusión acerca de uno mismo y el papel que se tiene en la vida, o experimentar una disminución del sentido de la identidad propia (por ejemplo, sentir que una parte de uno mismo ha muerto con el ser querido).
- Tener dificultad o resistencia para mantener intereses, amistades o hacer planes de futuro después de la pérdida.
Predictores del duelo complicado:
Las personas que no son capaces de acudir al funeral, que tratan de imponerse innumerables actividades distractoras para distanciarse de la pérdida, que no expresan tristeza o están demasiado contentos o activados, tienen más riesgo de desarrollar complicaciones tanto físicas como psicológicas.
Factores que afectan al proceso de duelo:
- Pérdida inesperada.
- Situación traumática alrededor de la pérdida.
- Sentimiento de responsabilidad por la muerte.
- Aislamiento social.
- Relación ambivalente o dolorosa con el fallecido.
- Dependencia del fallecido.
Cómo ayudamos a superar el duelo a nuestros pacientes:
Evaluación de 2 factores principales del proceso de duelo:
- Significación de la pérdida:
- Los cambios y reajuste que supone.
- Sus creencias.
- Posibles alternativas sustitutorias de la pérdida.
- Forma de enfrentarse a la situación de crisis:
- Vivencia y expresión de sentimientos (culpa, impotencia, ira, ambivalencia, temor, negación, depresión…).
- Estado emocional: ansiedad, depresión, persecución, negación…
- Experiencias anteriores, personales o familiares, y forma en que se enfrentó a ellas.
Intervención psicológica en el duelo:
- Aceptación de la pérdida.
- Vivencia de pena y sufrimiento.
- Adaptación a la ausencia.
- Elaboración de la relación con el fallecido: idealizada o no
- Expresión acerca del fallecido: dolor, enfado, culpa, crítica
- Reorientación de la comunicación e intereses hacia otras relaciones
- Aumentar la realidad de la pérdida.
- Ayudar a la persona asesorada a tratar las emociones expresadas como latentes.
- Ayudarle a superar los diferentes obstáculos para reajustarse después de la pérdida.
- Animarle a decir un adiós apropiado y a sentirse cómoda volviendo otra vez a la vida.
¿Es normal tener dificultad para aceptar la pérdida?
Sí, es normal tener dificultad para aceptar la pérdida de un ser querido. El duelo es una experiencia dolorosa y desafiante que puede afectar a las personas de diferentes maneras. Cada persona tiene su propio proceso de duelo y su propia forma de manejarlo. Por lo tanto, es normal que algunas personas tengan más dificultades que otras para aceptar la pérdida.
En algunos casos, la dificultad para aceptar la pérdida puede prolongarse y requerir ayuda profesional, como la terapia. Si sientes que tu dolor por la pérdida está afectando significativamente tu vida cotidiana, tu capacidad para funcionar o tu salud mental en general, no dudes en buscar ayuda de un profesional de la salud mental capacitado.
¿Cómo puedo encontrar apoyo durante el proceso de duelo?
Existen diversas formas de encontrar apoyo durante el proceso de duelo.
Algunas opciones pueden incluir:
- Hablar con amigos y familiares: Es importante contar con personas de confianza que puedan brindar apoyo emocional durante el proceso de duelo. A menudo, hablar con amigos y familiares sobre la pérdida puede ser una forma efectiva de procesar y expresar los sentimientos.
- Buscar un grupo de apoyo: Unirse a un grupo de apoyo de duelo puede ser una forma efectiva de encontrar apoyo emocional y conectarse con otras personas que están pasando por experiencias similares.
- Considerar la terapia: La terapia es una forma efectiva de procesar el duelo y recibir apoyo emocional y psicológico adicional. Un terapeuta capacitado puede ayudar a las personas a trabajar a través de sus sentimientos y encontrar formas de adaptarse a la pérdida.
- Buscar recursos en línea: Existen muchas organizaciones y sitios web dedicados a proporcionar información y apoyo a personas que atraviesan el proceso de duelo. Estos recursos pueden incluir grupos de apoyo en línea, artículos informativos y herramientas para el manejo del duelo.
- Participar en actividades que promuevan el bienestar: Durante el proceso de duelo, es importante cuidar de uno mismo y hacer cosas que promuevan el bienestar, como hacer ejercicio, practicar meditación o yoga, o hacer actividades que se disfruten. Estas actividades pueden ayudar a reducir el estrés y la ansiedad, y promover la salud mental y emocional.
¿Cómo puedo ayudar a alguien que está pasando por un proceso de duelo?
Si conoces a alguien que está pasando por un proceso de duelo, puede ser difícil saber cómo ayudar. Aquí te ofrecemos algunas sugerencias:
- Ofrecer apoyo emocional: Es importante hacerle saber a la persona que estás allí para apoyarla emocionalmente y escucharla cuando quiera hablar. A veces, simplemente estar presente y escuchar puede ser muy reconfortante para la persona.
- Ofrecer ayuda práctica: La persona que está de duelo puede tener dificultades para realizar las tareas cotidianas, como hacer la compra o cocinar. Ofrecer ayuda práctica, como cocinar una comida, hacer la compra o cuidar de sus hijos, puede ser muy útil.
- Ser respetuoso con el proceso de duelo: Cada persona tiene su propio proceso de duelo y su propia forma de manejarlo. Es importante ser respetuoso con la forma en que la persona está manejando su proceso de duelo, incluso si no lo entiendes completamente.
- Recordar al fallecido: Preguntar a la persona sobre su ser querido fallecido y recordar su vida y su legado puede ser muy importante y significativo para la persona en duelo. Sin embargo, es importante preguntar antes de hablar sobre el fallecido para asegurarse de que la persona esté lista para hablar sobre el tema.
- Ofrecer recursos y opciones de apoyo: Puede ser útil ofrecer información sobre grupos de apoyo, terapeutas u otros recursos que puedan ayudar a la persona en duelo. Sin embargo, es importante recordar que la persona en duelo es la que decide si quiere buscar ayuda adicional o no.
¿Es normal sentir culpa después de una pérdida?
Sí, es normal sentir culpa después de una pérdida. La culpa es una emoción común que muchas personas experimentan después de la pérdida de un ser querido, un trabajo, una relación o cualquier otra pérdida significativa.
La culpa puede surgir por muchas razones, como sentir que no hiciste lo suficiente por la persona que perdiste, sentir que podrías haber evitado la pérdida si hubieras actuado de manera diferente, o incluso sentir culpa por sobrevivir cuando otros no lo hicieron.
Es importante reconocer que sentir culpa es normal y natural después de una pérdida, pero también es importante tratar de trabajar a través de esos sentimientos para no quedar atrapado en un ciclo de culpa y arrepentimiento. Hablar con un terapeuta o un consejero puede ser útil para procesar esos sentimientos y encontrar maneras de seguir adelante.
La culpa es una de las emociones que a menudo se experimentan junto con el dolor, la tristeza y la ansiedad. Sentir culpa puede ser especialmente difícil porque puede hacerte sentir responsable por lo que pasó y puede hacerte sentir como si hubieras fallado de alguna manera.
Es importante recordar que la culpa no siempre es justificada, y en muchos casos, la culpa es una reacción natural a la pérdida y no hay nada que puedas hacer para evitarla. Es importante no culparte a ti mismo de cosas que están fuera de tu control. A veces, la culpa puede ser una señal de que hay algo que necesitas hacer para avanzar, como reparar una relación o hacer las paces con alguien antes de que sea demasiado tarde.
Es importante permitirte pasar por el proceso de duelo y permitirte sentir todas las emociones que vienen con él, incluyendo la culpa. Pero también es importante encontrar maneras de trabajar a través de esos sentimientos y encontrar maneras saludables de avanzar. Algunas formas de hacerlo pueden incluir hablar con un terapeuta o un consejero, escribir sobre tus sentimientos, encontrar formas de honrar a la persona o cosa que has perdido o hacer algo positivo en su memoria.