La anorexia nerviosa, también conocida como «anorexia», es un trastorno de la alimentación que se caracteriza por un peso corporal anormalmente bajo, un temor intenso a ganar peso y una percepción distorsionada del cuerpo. Las personas que padecen anorexia sienten la necesidad de controlar su peso y figura corporal, y realizan sacrificios que a menudo tienen un impacto negativo significativo en su vida.
Las personas con anorexia suelen limitar en exceso la cantidad de comida que consumen para evitar aumentar de peso o seguir adelgazando. Para lograr este objetivo, pueden recurrir al vómito después de comer, al uso indebido de laxantes, suplementos dietéticos, diuréticos o enemas para controlar su ingesta calórica. Asimismo, pueden ejercitarse en exceso en un intento por perder peso. A pesar de la pérdida de peso significativa, continúan experimentando un intenso miedo a aumentar de peso. Además, estos comportamientos suelen interferir significativamente en su vida diaria.
La autoestima de los individuos con anorexia nerviosa depende mucho de cómo perciben su peso y su constitución corporal. La pérdida de peso se ve a menudo como un logro impresionante y un signo de autodisciplina, mientras que el aumento de peso se percibe como un fracaso inaceptable del autocontrol.
La persona con AN suele llegar a la consulta del profesional por los miembros de su familia después de una marcada pérdida de peso. Si los individuos buscan ayuda por su cuenta, se debe normalmente al malestar asociado a las secuelas somáticas y psicológicas del hambre. Las personas con anorexia nerviosa generalmente no se quejan de su pérdida de peso como un problema en sí mismo.
La anorexia nerviosa generalmente comienza durante la adolescencia o la edad adulta temprana, y es poco común que se desarrolle antes de la pubertad o después de los 40 años. Aunque hay casos reportados de inicio temprano o tardío en la vida.
Pronóstico de la enfermedad
El pronóstico de la anorexia depende de la rapidez con que se haya diagnosticado la patología y de la voluntad real de curación del paciente. Gracias a la asistencia del psicólogo, sin embargo, es posible resolver completamente la enfermedad con éxito. El tiempo variará de un caso a otro.
Síntomas y Signos de la Anorexia:
Muchas personas con anorexia nerviosa presentan signos y síntomas depresivos, como ánimo deprimido, aislamiento social, irritabilidad, insomnio, disminución del interés por el sexo, cuando tienen un peso muy bajo
- Rituales alimentarios (cortar muy pequeña la comida, esconder alimentos, repartir comida por el plato, cocinar para otros…)
- Nivel de actividad excesivo, excesivas horas de estudio y/o de deporte que les ayuda a negar el hambre. La actividad frenética les ayuda a desatender las señales de malestar corporal/ emocional y a evitar enfrentar otros problemas.
- Rituales relacionados con el cuerpo
- Conductas de evitación de lugares, actividades, posturas (conductas de seguridad), personas. El alivio de ansiedad mantiene el miedo
- Rituales de comprobación
- Rituales de acicalamiento
- Restricción alimentaria Determinación implacable para mantener la dieta autoimpuesta
- Evitación de comidas
- Irritabilidad a la hora de las comidas
- Cocinar para otros
- Control de la alimentación familia
- Ideas sobrevaloradas : Creencias centrales en el sistema de valores de la persona que acaban definiendo su valor como persona
- Obsesión por el peso y la báscula
Los síntomas obsesivo compulsivos, estén o no relacionados con la alimentación, son a menudo destacados. La mayoría de los individuos con anorexia nerviosa está preocupada con pensamientos sobre la comida. Algunos acaparan recetas o acumulan comida.
Características de la anorexia:
- Miedo intenso a aumentar de peso
- Alteración de la percepción
- Restricción de la ingesta
Otras características que a veces se asocian a la anorexia nerviosa son la preocupación por comer en público, la sensación de ineficacia, un fuerte deseo de controlar lo que les rodea, el pensamiento inflexible, una espontaneidad social limitada y una contención excesiva de la expresión emocional
En comparación con los individuos con anorexia nerviosa de tipo restringido, los que presentan el tipo con atracones/purgas tienen niveles superiores de impulsividad y son más propensos a abusar de alcohol y de otras drogas.
¿Cuáles son las causas de la anorexia?
Se desconoce la causa exacta de la anorexia. Al igual que ocurre con muchas enfermedades, es probable que la anorexia nerviosa sea causada por una combinación de factores biológicos, psicológicos y ambientales.
- Factores biológicos. Aunque aún no se ha determinado específicamente qué genes están involucrados, se cree que ciertos factores genéticos pueden aumentar el riesgo de padecer anorexia nerviosa. Algunas personas pueden tener una predisposición genética al perfeccionismo, la sensibilidad y la perseverancia, características que se han relacionado con la anorexia.
- Factores psicológicos. Las personas con anorexia pueden presentar rasgos de personalidad obsesiva-compulsiva que les permiten seguir dietas estrictas y privarse de alimentos, incluso si sienten hambre. Además, es posible que tengan una tendencia extrema al perfeccionismo, lo que los lleva a pensar que nunca están suficientemente delgados. También pueden experimentar altos niveles de ansiedad y restringir su ingesta de alimentos para reducirlos.
- Factores del entorno. En la sociedad occidental actual, existe una presión social hacia la delgadez, lo que puede llevar a muchas personas a desear y valorar tener un cuerpo esbelto. Esto se ve particularmente en mujeres jóvenes, donde la presión de grupo y los estereotipos de belleza pueden influir en su percepción del cuerpo y su autoestima.
Factores de riesgo
La anorexia solía ser más común en niñas y mujeres, pero hoy en día cada vez más niños y hombres también están experimentando trastornos alimentarios. Es posible que esto esté relacionado con el aumento de las presiones sociales.
Aunque la anorexia es más común en adolescentes, es importante destacar que este trastorno alimentario puede afectar a personas de cualquier edad, aunque es menos frecuente en mayores de 40 años. Los adolescentes pueden ser especialmente vulnerables debido a los cambios corporales que experimentan durante la pubertad y a la posible presión de grupo, así como a la susceptibilidad a las críticas o comentarios sobre su peso o figura, incluso los que son casuales.
Existen ciertos factores que pueden aumentar el riesgo de desarrollar anorexia, tales como:
- La genética juega un papel importante en el riesgo de desarrollar anorexia. Los cambios en genes específicos pueden aumentar la probabilidad de que ciertas personas sufran este trastorno alimentario. Además, tener un familiar de primer grado (padre, hermano o hijo) que haya sufrido anorexia aumenta significativamente el riesgo de padecerla.
- La dieta y la sensación de hambre son factores de riesgo que pueden contribuir al desarrollo de trastornos alimentarios. Se ha demostrado que muchos de los síntomas de la anorexia pueden estar relacionados con la sensación de hambre. La falta de alimento puede afectar al cerebro y provocar cambios en el estado de ánimo, rigidez mental, ansiedad y reducción del apetito. En personas vulnerables, el hambre y la pérdida de peso pueden alterar el funcionamiento cerebral, lo que puede mantener las conductas restrictivas hacia la alimentación y dificultar el regreso a hábitos alimentarios saludables.
- Las transiciones de la vida, como cambiar de escuela, mudarse de casa, iniciar un nuevo trabajo, terminar una relación o la muerte o enfermedad de un ser querido, pueden generar estrés emocional y aumentar el riesgo de desarrollar anorexia.
Tratamientos para la anorexia nerviosa
El tratamiento para la anorexia puede ser un proceso difícil, ya que muchas personas que padecen este trastorno alimentario no buscan ayuda por su cuenta. El tratamiento suele ser una combinación de varios factores y recursos, que incluyen terapia, educación nutricional y, en casos de desnutrición severa u otras complicaciones médicas relacionadas con la anorexia nerviosa, tratamiento médico. En situaciones graves de anorexia, puede ser necesario alimentar al paciente a través de un tubo diseñado especialmente para ello, debido a que el paciente puede negarse a comer o estar en una situación de desnutrición grave.
El tratamiento para la anorexia debe abordar varios aspectos. Es fundamental que el paciente alcance un peso saludable. Además, es importante que aprenda sobre la nutrición y la importancia de una alimentación adecuada. Los pacientes suelen recibir planes de alimentación y metas nutricionales para seguir durante su recuperación.
Durante el tratamiento para recuperar hábitos alimentarios saludables y una nutrición adecuada, es común que los pacientes reciban sesiones de terapia, incluyendo terapia familiar para jóvenes y adolescentes. Es importante que la terapia sea continua, ya que la recuperación de la anorexia puede ser muy estresante y los pacientes necesitan mucho apoyo emocional.
El tratamiento para la anorexia es llevado a cabo por un equipo interdisciplinario de especialistas, generalmente liderado por un psiquiatra o psiquiatra infantil. Algunas de las acciones que se deben llevar a cabo son:
- El uso de antidepresivos y otros psicofármacos puede ser beneficioso para mejorar los síntomas de ansiedad, tristeza e impulsividad que subyacen a las conductas de vómitos, así como para tratar otros problemas asociados a la anorexia.
- Es importante realizar un estudio exhaustivo de los problemas en la dieta que afecten al paciente, así como de los factores que influyen en los vómitos, como la ansiedad por el colegio, problemas con los padres o amigos.
- El tratamiento psiquiátrico suele combinar diferentes enfoques, como la psicoeducación, psicoterapia individual, psicoterapia de grupo y terapia familiar.
- El seguimiento cercano es fundamental para asegurar que la recuperación del peso sea gradual y se realicen controles frecuentes.
- Se debe establecer un plan personalizado de recuperación del peso y reeducación dietética y nutricional, adaptado a las necesidades y situación clínica de cada paciente.
Es esencial que el tratamiento de la anorexia sea personalizado y adaptado a la situación clínica específica de cada paciente. Para ello, es fundamental que los distintos especialistas implicados en el tratamiento coordinen sus intervenciones y trabajen en conjunto para proporcionar una atención integral y efectiva.
Prevención de la anorexia nerviosa
La prevención de la anorexia nerviosa no puede ser garantizada. Sin embargo, los médicos de cabecera, como pediatras, médicos de familia e internistas, pueden detectar signos tempranos de anorexia y prevenir el avance de la enfermedad. En las consultas médicas de rutina, pueden hacer preguntas sobre los hábitos alimenticios y la satisfacción con el aspecto físico para identificar posibles señales de alerta.
Si detectas que un ser querido tiene baja autoestima, está siguiendo una dieta extremadamente restrictiva y se siente insatisfecho con su aspecto físico, es importante abordar estos problemas. Aunque no puedas prevenir completamente un trastorno alimentario, puedes hablar con esa persona sobre conductas más saludables o opciones de tratamiento.