cirugía plástica

La adicción a la cirugía plástica

¿Sabías que existen personas adictas a los retoques estéticos por medio de la cirugía plástica u obsesionadas con la fantasía de realizárselos? Este problema se relaciona con el trastorno dismórfico corporal y tiene un componente tanto psicológico como social. Al igual que otras adicciones como la ludopatía o la adicción a las compras, este fenómeno no precisa de una sustancia para volverse adictivo, pero la gravedad de la situación puede poner en jaque la salud física y mental de la persona que padece este trastorno, también conocido como dismorfofobia.

La cirugía plástica es una especialidad médica encargada de corregir defectos corporales o deficiencias funcionales mediante la transformación del cuerpo humano, pero en muchas ocasiones, esconden trastornos psicológicos, entre el más común, la adicción a la cirugía plástica.

Siempre que hablamos de adicciones es común pensar en drogas o alcohol, o en ambas. Abusar de alguna sustancia es quizás la dependencia más frecuente entre las personas, pero no olvidemos que las adicciones pueden presentarse de otras maneras y bajo otras condiciones. De hecho, una adicción muy grave y que tiende a pasarse por alto es la adicción a la cirugía plástica.

A diferencia de quienes consumen drogas, sufren una adicción química, las personas con adicción a la cirugía plástica tienen una obsesión mental que las lleva a modificar sus cuerpos y aspectos faciales de forma extrema, al punto de la deformación. 

Usualmente, su origen se debe a inseguridades subyacentes y a deseos por conseguir un aspecto específico, intentando adaptarse a un ideal de belleza autoimpuesto y que comúnmente se aleja de los cánones estéticos establecidos. Dichas personas utilizan la cirugía para superar problemas psicológicos aún más profundos, que difícilmente se enfrentarán y resolverán con un bisturí.

La finalidad que ésta posee, es reparar defectos congénitos, es decir, que vienen desde el nacimiento o también reparar las funciones de ciertas partes del cuerpo que se han visto afectadas por accidentes o enfermedades. Sin embargo, el concepto “cirugía plástica” hoy se ha transformado significativamente. 

La apariencia juega un papel muy importante en las interrelaciones humanas, y está claramente asociada al éxito profesional y social.

La cirugía plástica como adicción

Hoy en día podemos ver como la televisión, diarios, revistas y la publicidad exponen cuerpos con medidas biológicamente imposibles, mujeres con pechos excesivamente grandes o cinturas verdaderamente pequeñas, sin embargo, estos modelos se han convertido en los patrones de belleza para la sociedad de hoy en día.

Ya no es alarmante escuchar en las noticias o leer en los diarios sobre mujeres que han deformado su cuerpo producto de múltiples intervenciones con el fin de verse más bellas o para parecerse a su artista favorito, encontrar pareja, trabajo, etc.

Este tipo de adicción recibe el nombre de desorden dismórfico corporal, y se caracteriza por una preocupación desmedida por un defecto imaginario de la apariencia física.

Conceptos relacionados

La forma en que percibimos nuestro cuerpo es uno de los aspectos más relevantes de la valoración que tenemos de nosotros mismos y las personas que presentan o adquieren alguna deformidad física suelen experimentar sentimientos de inseguridad o inferioridad. Sin embargo, la apreciación del cuerpo propio (que se puede evaluar con algunas pruebas) depende, como afirmaba Sartre, de “la mirada del otro” y, en definitiva, de los criterios que sobre la belleza o la normalidad física tienen las diferentes culturas y sociedades.

Existen situaciones que pueden provocar vergüenza o incomodidad del propio cuerpo, como el tener que hablar en público, lo que suele generar ansiedad con manifestaciones corporales: rigidez muscular, ruborización, problemas de voz. En esa situación los demás pueden observar a uno sin que uno pueda hacer lo mismo. Por el contrario, observar a los demás puede causar angustia incluso a los actores más experimentados y profesionales.

 

Intervención psicológica

Primero, debería orientarse a reconstruir el sentido de autoestima de los pacientes descentrándolo de lo corporal exclusivamente.

En segundo lugar debería ayudarles a reevaluar su propia imagen corporal para hacerles conscientes de hasta qué punto puede estar siendo distorsionada por sus propios procesos cognitivos, emocionales y relacionales.

Las diferentes psicoterapias actuales que han demostrado su eficacia ofrecen múltiples herramientas y formas de intervención para conseguir ambas cosas. Por ejemplo, las terapias constructivistas han desarrollado técnicas específicas para reconstruir el sentido del self, tales como las intervenciones en la narrativa del paciente y las provenientes de la terapia de constructos, igualmente, las terapias cognitivas han propuesto desde sus inicios técnicas tales como la reestructuración cognitiva para reevaluar cogniciones distorsionadas y hacerse consciente de tales distorsiones. Ambos enfoques, junto con otros compatibles y complementarios, pueden resultar de gran utilidad en el abordaje terapéutico de tales casos.

Cuándo el uso de la cirugía plástica resulta patológico

La apariencia física y la salud mental están íntimamente relacionadas. La presencia de anomalías o defectos estéticos puede afectar al bienestar psicológico de las personas, generando desde niveles leves de malestar emocional hasta trastornos graves de tipo neurótico, psicótico o de la personalidad.

A través de diversos estudios se ha demostrado la asociación de alteraciones a nivel afectivo y cognitivo con la existencia de patologías estéticas que afectan a la imagen corporal.

En la mayoría de los casos es difícil determinar cuál de los dos aspectos se originó primero, si la enfermedad mental o la corporal. El recurso a la cirugía estética puede resultar patológico y convertirse en una adicción o una obsesión.

Se ha señalado que el descontento con la imagen corporal genera daños psicológicos tales como:

  • Baja autoestima. Varios estudios confirman que del 25% al 40% de la autoestima está relacionada con la imagen personal y que las personas que tienen una imagen corporal negativa suelen tener una baja valoración de sí mismas.
  • Problemas interpersonales de ansiedad que dificultan la interacción social. Tener una imagen corporal negativa genera temor a las reuniones sociales y a proyectarse ante los demás. La persona tiene vergüenza, y como mecanismo de escape tratará de estar lejos de aquellas situaciones donde pueda estar expuesta su apariencia.
  • Puede influir en las relaciones sexuales. La persona siente que su cuerpo desnudo es feo, que es inaceptable. Es un acto que produce ansiedad, causando dificultades sexuales. La persona estará más entregada a mirar cómo se ve su cuerpo, relegando el disfrute de la propia experiencia.
  • Problemas depresivos, que a su vez son los causantes de rechazo a la propia apariencia, creándose pensamientos de desesperanza y de autocrítica.
  • Desórdenes de la alimentación que degeneran en anorexia nerviosa o en la bulimia. Estos trastornos se caracterizan por una alteración grave de la percepción del propio cuerpo y un miedo intenso a engordar, lo que lleva a la persona a restringir su alimentación o a comer compulsivamente y luego vomitar o usar laxantes.

Los especialistas ya hablan de una nueva patología que afecta a un porcentaje importante de la población, sobre todo femenina: la obsesión por la estética. En busca de cuerpos perfectos, y con muchas insatisfacciones a cuestas, algunas personas recurren al cirujano plástico en lugar de al psicólogo, sin darse cuenta de que el problema no está en su cuerpo sino en su mente.

Motivaciones internas de los pacientes para recurrir a la cirugía plástica

Las personas que atraviesan por una crisis vital (divorcio, afrontar el abandono o  muerte de un cónyuge, pérdida del trabajo) son más propensos a iniciar un tratamiento estético. La preocupación e insatisfacción moderada referente a uno o más aspectos de la apariencia física también es un factor de riesgo.

Hay pacientes que acuden con bastante frecuencia a los cirujanos plásticos y no quedan satisfechos con los resultados de las intervenciones que se le realizan. Como consecuencia de lo anterior, suelen someterse una y otra vez al mismo tipo de intervención procurando sin éxito mejorar la imagen distorsionada que tienen de sí mismos.

Lo más solicitado entre los hombres al cirujano plástico es que les realice demarcación de los músculos abdominales, ampliación de los pectorales, engrosamiento de las pantorrillas, aumento de glúteos a través del implante de bolsas de silicona en las áreas que se desean aumentar. Lo anterior también lo acompañan con rutinas extenuantes de levantamiento de pesas, ingesta de proteínas y anabólicos.

Además, los pacientes que presentan depresión, según el modelo de Beck, suelen someterse a más intervenciones de tipo estético.

El trastorno dismórfico corporal y su relación con la cirugía estética

En el extremo de la búsqueda de la perfección, aparecen los pacientes que son dismorfofóbicos.

Entre los estudios sobre la adicción a la cirugía estética, la ciencia apunta a que un 15% de quienes hacen uso de la cirugía plástica padecen vigorexia, aunque ésta parece ser contraproducente ya que comporta una retroalimentación de las obsesiones.

Daños físicos a causa de la cirugía plástica

Esta población puede terminar con daños permanentes e irreparables en el tejido muscular y en la piel, así como presentar cicatrización excesiva. Asimismo, modifican de tal modo su apariencia, y tan frecuentemente, que terminan desfigurándose.

El mayor problema es que todavía no existen leyes que prohíban a las personas someterse a cirugías estéticas de forma consecutiva, pues siempre representan un riesgo cada vez mayor. 

Si el o la paciente cuentan con dinero para poder financiar el procedimiento y el médico accede, no existe el mínimo obstáculo. Por ello, muchos médicos con muy poca ética profesional y motivados exclusivamente por intereses económicos contribuyen ampliamente a la problemática. 

Según datos otorgados por la Sociedad de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética de la Comunidad Valenciana (SCPRECV), alrededor de 9,000 médicos en España practican cirugía estética sin la titulación requerida.

La cirugía plástica se rige por el mismo código deontológico que las otras especialidades médicas y quirúrgicas. El cirujano debe corroborar que el paciente no presenta problemas psicológicos graves, y que se opera por decisión personal, no por presiones o por satisfacer a terceros.

Tendencias actuales y su relación con los medios de comunicación y las redes sociales

En la actualidad, se observa una estrecha relación entre las tendencias en cirugía plástica y la influencia de los medios de comunicación y las redes sociales. Estos canales desempeñan un papel significativo en la promoción y difusión de estándares de belleza, ideales estéticos y el culto a la imagen, lo que puede contribuir a la adopción de ciertas prácticas y comportamientos relacionados con la cirugía plástica. A continuación, se desarrolla esta relación y las tendencias actuales asociadas:

  • Idealización de la perfección estética: los medios de comunicación, como la televisión, revistas, películas y redes sociales, presentan imágenes y representaciones idealizadas de la belleza. Se muestran modelos y celebridades con cuerpos y rostros perfectos, creando expectativas poco realistas sobre cómo debería lucir una persona. Esto puede llevar a una insatisfacción con la apariencia física y, en última instancia, a la búsqueda de procedimientos de cirugía plástica para alcanzar ese ideal de perfección.
  • Influencia de las celebridades y los influencers: las celebridades y los influencers desempeñan un papel destacado en la promoción de la cirugía plástica a través de las redes sociales. Al mostrar sus propias experiencias y transformaciones estéticas, pueden generar un impacto significativo en la percepción de la belleza y la aceptación social, sobre todo en los más jóvenes.
  • Popularización de procedimientos no invasivos: junto con los avances en los avances en la tecnología y los procedimientos estéticos, ha surgido una tendencia hacia intervenciones no invasivas y menos drásticas, como la aplicación de toxina botulínica, rellenos dérmicos y tratamientos de rejuvenecimiento facial.
  • Viralización de transformaciones extremas: Las redes sociales han dado lugar a la viralización de transformaciones extremas, especialmente a través de plataformas como YouTube, donde los usuarios comparten sus experiencias de cirugía plástica. Los videos de antes y después, así como los testimonios personales, pueden generar una fascinación y curiosidad en los espectadores, influyendo en su percepción sobre la cirugía plástica y su propia apariencia física.

 

Dentro de las relaciones sociales, los filtros de Instagram, TikTok y otras aplicaciones de edición de imágenes han ganado popularidad en llos últimos años y han generado una relación interesante con la cirugía estética. Estos filtros permiten a los usuarios modificar y mejorar su apariencia en las fotos y videos que comparten en las redes sociales. A continuación, se desarrollan algunas de las relaciones entre los filtros y la cirugía estética:

 

  1. Estándares de belleza irrealistas: los filtros de instagram a menudo ofrecen efectos de embellecimiento que suavizan la piel, afinan los rasgos faciales, agrandan los ojos, aumentan el tamaño de los labios, entre otros cambios estéticos. Al usar estos filtros, los usuarios pueden experimentar cómo serían si tuvieran características faciales más “perfectas” o acordes con los estándares de belleza actuales. Esto puede influir en la percepción de uno mismo y aumentar la presión para alcanzar esos estándares a través de la cirugía estética.
  2. Efectos de distorsión de la imágen corporal: el uso frecuente de estos filtros puede distorsionar la percepción de la propia imagen corporal. Al ver constantemente una versión retocada y mejorada de uno mismo en las redes sociales, las personas pueden desarrollar una imagen distorsionada de su apariencia real. 
  3. Mayor conciencia y aceptación de la cirugía estética: Los filtros de Instagram pueden ayudar a normalizar la idea de modificar la apariencia a través de procedimientos estéticos. Al ver constantemente imágenes retocadas y mejoradas en las redes sociales, las personas pueden volverse más conscientes y aceptadoras de la cirugía estética como una opción para mejorar su apariencia. Esto puede influir en la decisión de someterse a procedimientos estéticos y en la percepción general de la cirugía plástica en la sociedad.

TCA, redes sociales y cirugía estética

La relación entre la cirugía estética, las redes sociales y el Trastorno de la Conducta Alimentaria (TCA) es un tema complejo y multidimensional. A continuación se desarrolla esta relación y se exploran algunos puntos importantes:

  1. Idealización de la delgadez y la perfección: las redes sociales a menudo promueven y glorifican estándares de belleza basados en cuerpos delgados y perfectos. Las imágenes de personas con cuerpos·ideales pueden tener un impacto negativo en la autoestima y la percepción de la propia imagen corporal. Esto puede aumentar el riesgo de desarrollar TCA, como la anorexia nerviosa y la bulimia nerviosa, ya que la cirugía estética se puede percibir como un medio para lograr la delgadez y la perfección física.
  2. Influencia de las redes sociales en la insatisfacción corporal: las plataformas de redes sociales estan llenas de imágenes retocadas y filtradas que presentan un versión idealizada de la belleza.. Esto puede contribuir a la insatisfacción corporal y a la comparación social, ya que las personas pueden sentirse presionadas a alcanzar los estándares inalcanzables de la belleza que ven en línea. Esto puede ser un factor de riesgo para el desarrollo de TCA y, en algunos casos, pueden llevar a considerar la cirugía estética como una solución.
  3. Riesgos de idealización y compulsión en la cirugía estética: En algunos casos, las personas con TCA pueden desarrollar una obsesión o compulsión por la cirugía estética como una forma de controlar su apariencia corporal. La insatisfacción corporal y la búsqueda de la perfección física pueden llevar a una dependencia de la cirugía estética como un mecanismo para alcanzar un cuerpo idealizado. Esto puede ser peligroso y contribuir a un ciclo de insatisfacción constante y búsqueda de intervenciones quirúrgicas adicionales.
  4. Importancia de una evaluación psicológica integral: Antes de realizar cualquier procedimiento de cirugía estética, es crucial que los profesionales de la salud realicen una evaluación psicológica integral de los pacientes. Esto incluye evaluar la presencia de TCA u otros trastornos de salud mental que puedan influir en la motivación y las expectativas de la cirugía estética. Una evaluación adecuada puede ayudar a identificar posibles riesgos y ofrecer una atención integral que aborde tanto los aspectos físicos como los emocionales de la persona.

Terapia online express

La duración estimada de la Terapia Online Express es de aproximadamente 30 minutos.

Habla con un psicólogo en español vía Skype o si prefieres nosotros te llamamos a tu móvil.

Reserva tu cita seleccionando el día y hora de tu consulta de Terapia Online Express y consulta con psicólogos colegiados estés donde estés.

Servicio exclusivo para mayores de 18 años.

ÚNETE gratis A NUESTRA COMUNIDAD

Únete a la Newsletter. Me encantará compartir contigo este pequeño espacio. Suscríbete para poder compartir contigo un par de minutos a la semana. 

Terapia online
Psicólogos por teléfono y videollamada en España, Islas Canarias, México, Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Guinea Ecuatorial, Honduras, Nicaragua, Panamá, Uruguay, Perú, Puerto Rico, República Dominicana, Uruguay y Venezuela.
Call Now Button