Muchas veces oímos a la gente hablar sobre otros comentarios como: “tiene mucha personalidad” o “tiene poca personalidad”. Pero, ¿sabemos qué es realmente?.
La personalidad es un constructo hipotético que inferimos de la conducta de las personas. Ya que comprende una serie de rasgos propios y característicos del sujeto. Además, este término hace referencia a la forma de pensar, ser o sentir. Abarca tanto la conducta como la experiencia privada de la persona. Se trata de algo distintivo y propio de cada persona. Por otro lado, refleja la influencia en la conducta de elementos psicológicos y biológicos de las experiencias.
Concepto de personalidad:
El Diccionario de la Lengua Española de la Real Academia Española establece la definición de personalidad como: «Diferencia individual que constituye a cada persona y la distingue de otras».
En psicología, “personalidad” se define como una organización de emociones, cogniciones y conductas que determinan los patrones de comportamiento de una persona. La base biológica (estado de ánimo) y las influencias ambientales (personalidad) son involucradas en la formación.
Desde la psicología existen tanto muchas definiciones de esta, como rasgos de la personalidad. Algunos aspectos diferentes de la experiencia humana son destacados por cada teoría sobre esta. Gordon Allport, destaca las manifestaciones mentales y conductuales y el componente de organización Eysenck, se centra en las dimensiones biológicas.
La personalidad, resultado de la biología y el ambiente
Esto es producto de la interacción de varios factores como la herencia, los primeros años de vida, las experiencias y oportunidades en la adolescencia, y los primeros años de la edad adulta -alrededor de los 30, durante los cuales se produce cierta estabilidad- y la influencia de un entorno especializado. a través de la vida – evoca un estilo de vida particular y un contexto social y refuerza las necesidades y preferencias específicas de su personalidad.
Todo lo que nos sucede en la vida, incluso lo más inesperado e importante como una enfermedad terminal o la muerte de un ser querido, “es una oportunidad para
crecer”. “Esta es la encrucijada donde uno puede tropezar, y tomar más caminos negativos o caminos que nos sirvan en el crecimiento y desarrollo de la personalidad”. Hay que tomarse estas cosas como oportunidades de crecimiento y no como algo que nos golpea y que no nos deja otro remedio que ser más resentido, aguantarse o entristecernos más”.
En la antigua Grecia, la palabra «persona» se usaba para referirse a las máscaras que usaban los actores de teatro. Tiempo después, en Roma, se usaría como sinónimo de la palabra «ciudadano», una referencia básica a los roles sociales de los individuos privilegiados e influyentes.
Con el tiempo, el término «persona» comenzó a referirse a individuos que se distinguían de su entorno. «Personalidad», derivado de la palabra, se ha utilizado desde la Edad Media para describir una serie de características de la personalidad que determinan las tendencias de comportamiento de una persona.
Las personas decimos que son sociables, responsables, atentas…. Utilizamos adjetivos, que funcionan como términos descriptivos de rasgos
«El problema de Inés, es que no tiene personalidad…»
Es un conjunto de características organizado y relativamente estable de rasgos y mecanismos psicológicos dentro de los individuos que influyen en sus interacciones y adaptaciones a sus entornos internos, físicos y sociales.
Los rasgos:
- Son rasgos que describen formas que nos hacen diferentes entre sí. Por ejemplo, ser introvertido o extrovertido.
- Además, definen formas en que las personas son iguales . Por ejemplo:Tímidos ante situaciones sociales.
- Características organizadas y estables: los mecanismos y rasgos están relacionados entre sí de forma coherente.
- Reglas de decisión que se activan según las circunstancias, como ocurre por ejemplo con la ira.
- Influyen en: la forma que pensamos, actuamos y sentimos.
- Influyen en cómo percibo, elijo, evoco y manipulo.
Se refleja en:
- La percepción de las cosas: Diferencias individuales ante un mismo hecho.
- Elección: qué amigos tengo, estudios que elijo, tiempo libre, …
- Evocación: qué provocó en los demás. (Por ejemplo una persona que sonríe, provoca amabilidad)
- Manipulaciones: Formas en que intentamos influir en los demás.
- Adaptación: lograr metas, ajustarse, afrontar los problemas,…
- Ambiente: físico, social, intrapsíquico (dentro de la mente).
- Miedos: supervivencia.
- Ambiente social: amigos, pareja,…
- Intrapsíquico: recuerdos, sueños, deseos,…
Además, la personalidad está influenciada por el contexto social y cultural
¿Qué es el temperamento?
Hace referencia a la dimensión biológica e instintiva de la personalidad. Durante nuestras vidas, las influencias ambientales que recibimos interactúan con nuestra base temperamental. Lo cual da lugar a los rasgos que nos caracterizan y nos diferenciarán del resto. Estas diferencias individuales producen diferencias en diferentes rasgos y tendencias.
El carácter está determinado por la herencia, que afecta significativamente el funcionamiento de los sistemas nervioso y endocrino.
¿Qué es el carácter?
El carácter es el componente aprendido de esta. Se forma como resultado de las experiencias que vivimos, lo que afecta nuestra forma de vida al regular nuestras inclinaciones y predisposiciones biológicas, es decir, nuestro estado de ánimo.
Viene de la interacción social. Esto significa que depende del contexto en el que vivamos, y por tanto tiene un origen cultural.
El carácter designa específicamente la parte de nuestra naturaleza que viene determinada por el ambiente.
Tipos de personalidad
Con los avances en el ámbito de la psicología y la comprensión cada vez más profunda de la mente humana. Gracias a estos avances, los psicólogos han propuesto diferentes tipos. Los tipos son A, B, C y D.
Tipo A
Son personas ambiciosas, competitivas, prácticas, impacientes y agresivas. Para este tipo de personas es muy importante el establecimiento de objetivos, pues son competitivos por naturaleza. Son vistos como impacientes y propensos a la hostilidad y agresividad. Estos sujetos toman riesgos con facilidad, lo cual caracteriza al espíritu emprendedor.
Son prácticos a la hora de resolver un problema en el momento en el que se precise. Además, siempre necesitan estar haciendo algo, puesto que si no es así, piensan que pierden el tiempo. También, tienen dificultad para relajarse o quedarse dormido rápidamente durante la noche.
Por último, son personas propensas a sufrir hipertensión, estrés, infartos y aislamiento social.
En el siguiente enlace podrás realizar el test de personalidad tipo A.
Tipo B
Son personas relajadas, alegres, pacientes y despreocupadas. Es decir, es lo contrario de la tipo A. Apenas se estresan, incluso en situaciones altamente estresantes. A la gente le encanta estar con ellos porque son entretenidos y alegres. No suelen tener prisa por hacer las cosas, les gusta relajarse y tomar las cosas como vienen. Son menos competitivos y manejan los errores muy bien.
Además, son personas tolerantes y flexibles, adaptándose a situaciones de forma correcta, sin quejarse por nada. Llevan una vida social plena y hacen amigos con facilidad.
Tipo C
Se trata de individuos sistemáticos, pensativos, sensibles, prudentes y críticos. Es decir, piensan de manera sistemática y analítica y toman decisiones basadas en la investigación y en información que les sustente. Resuelven los problemas de forma muy natural porque se centran en los detalles y son capaces de darse cuenta de las cosas que los demás tipos no podrían hacer tan fácilmente. Son personas sensibles, profundas, pensativas, reservadas y cautelosas.
Tienden a evitar las relaciones sociales y no suelen tomar riesgos hasta que no hayan examinado todo. Ya que no aceptan las críticas y son muy críticos con los demás. Además, este patrón de conducta está relacionado con la aparición de cáncer en diferentes investigaciones.
Tipo D
Son personas apenadas, negativas, pesimistas, deprimidas y socialmente inhibidas. Además estas personas representan el 21% de la población. Son muy negativos, se preocupan demasiado, tienen mucha irritabilidad, tristeza y apenas se sienten seguros de sí mismos.
Para evitar el rechazo, evitan abrirse y compartir sus emociones negativas al mundo externo, lo cual les produce mucho estrés. Por esto, está relacionado con las enfermedades cardíacas.
Los estudios muestran que entre un 18% y un 53% de los pacientes cardíacos tienen tipo D. Además, las personas que ya hayan sufrido un infarto y que presentan esta personalidad, tienen mayor probabilidad de sufrir un segundo episodio.
Trastornos de personalidad
Los tipos de trastornos de la personalidad se dividen en tres grupos, sobre la base de los rasgos y síntomas que presentan.
Trastornos del grupo A:
→Trastorno paranoide. Este trastorno se caracteriza por:
- Desconfianza y sospecha generalizadas hacia los demás y sus motivos.
- Sospecha injustificada de la lealtad o la fiabilidad de los demás.
- Reacción hostil o de furia a los insultos o desaires percibidos.
- Tendencia a guardar rencor.
- Creencia no justificada de que los demás intentan dañar o engañarte.
→Trastorno esquizoide. Algunas de las características son:
- Falta de interés en las relaciones sociales.
- Incapacidad para disfrutar de las actividades.
- Aparentar ser distante o indiferente.
→ Trastorno esquizotípico.
- Vestimenta, pensamientos, creencias.
- Experiencias perceptivas extrañas.
- Falta de expresión emocional.
- Ansiedad social y falta de relaciones cercanas.
- Pensamiento mágico.
- Respuesta indiferente, inadecuada o suspicaz a los demás.
Trastornos del grupo B:
→Trastorno de la personalidad antisocial.
- Indiferencia hacia las necesidades o los sentimientos de los demás.
- Mentiras, robos, estafas.
- Conducta impulsiva.
- Problemas legales recurrentes
→Trastorno límite de la personalidad.
- Conducta impulsiva y riesgosa.
- Imagen personal inestable o frágil.
- Cambios en el estado de ánimo.
- Conductas suicidas.
- Temor intenso a estar solo o ser abandonado.
- Ataques de ira frecuentes e intensos.
→ Trastorno histriónico.
- Búsqueda constante de atención.
- Excesivamente exaltado, drástico en el plano sexual.
- Muy influenciable.
- Emociones poco profundas.
- Preocupación excesiva por la apariencia física
→Trastorno narcisista.
- Creencia de que eres especial y más importante que los demás.
- Fantasía sobre el poder y el éxito.
- Exageración de logros o talentos.
- Expectativa de elogios y admiración constantes.
- Arrogancia.
- Aprovechado de los demás.
Trastorno del grupo C.
→Trastorno por evitación.
- Sensibilidad excesiva a las críticas y al rechazo.
- Sentimiento de ser inadecuado, inferior o desagradable.
- Timidez extrema en situaciones sociales y personales.
→ Trastorno dependiente.
- Conducta sumisa o apegada hacia los demás.
- Temor a tener que cuidarte o defenderte tú mismo.
- Tolerancia hacia tratos abusivos o inadecuados.
- Necesidad urgente de comenzar una nueva relación cuando ha terminado otra.
→Trastorno de personalidad obsesivo-compulsivo.
- Preocupación por los detalles, el orden y las normas.
- Perfeccionismo extremo, que genera disfunción y angustia cuando no se logra la perfección.
- Deseo de controlar a las personas, las tareas y situaciones.
- Rigurosidad y obstinación.
Sigmund Freud en la personalidad
Sigmund Freud es uno de los nombres más destacados en la historia de la psicología y la psiquiatría, especialmente cuando se trata de la teoría de la personalidad. Sus estudios pioneros en el campo de la psicología del inconsciente, el psicoanálisis, y la interpretación de los sueños, han tenido un impacto significativo en nuestra comprensión moderna de la mente humana y la naturaleza de la personalidad.
Freud propuso que la personalidad está compuesta por tres componentes fundamentales: el yo, el superyó y el ello. El yo actúa como mediador entre los impulsos primitivos del ello y las demandas morales del superyó, tratando de equilibrar ambos para lograr un funcionamiento psicológico saludable.
Según Freud, nuestras experiencias pasadas, especialmente las relacionadas con la infancia, moldean nuestra personalidad y nuestras interacciones con el mundo. Además, también argumentó que muchos de nuestros pensamientos, sentimientos y comportamientos son influenciados por procesos inconscientes que están fuera de nuestro conocimiento consciente.
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